domingo, 29 de agosto de 2010

~Noche Escarlata~ Cap 3 ~

~ Mi cuerpo estaba destrozado, al pie del precipicio. Tenía un brazo desencajado y la cara deformada. La escena me lleno de angustia, y quise llorar. Mas ya no tenia cuerpo, no tenia coraon, no tenia lágrimas. Era incorporea, y no podía senir el ambiente. Derrepente recorde lo ocurrido. Como el traidor de Jack me habia empujado y al caer e habia parecido oir a…Will. Pero…era imposible. Apenas acababa de conocerlo, ¿como iba a saber de mi cita con Jack?. Tenia que averiguar que habia pasado. Subí flotando hasta el borde del precipicio y allí estaban, Jack y Will, mirando desde arriba mi cuerpo destrozado.
-¡Te dije que muerta no serviria de nada!¿Tu que entiendes por sacrificio voluntario? Te tiene que dar sus alas, voluntariamente, tiene que firmar El Divino Contrato, tantos años en la tierra, intentando liberarte, y acabas de matar a tu salvación.- dijo Will. Estaba enfadado, se notaba la ira en sus palabras, pero hablada calmado, sin levantar la voz.
-Tambien era tu salvación. Ademas, nadie me dijo que la niña no llevaba las alas puestas. Si las hubiera llevado, yo ya no estaría aquí.- bufó Jack. Este sonaba menos relajado y bastante irritado por su propio error.
- Quien fuera que creara a Rima, no iba a ser tan inutil de dejarla sus alas, seguro que las guardo en un lugar seguro, y ahora no podemos saber donde, porque acabas de matarla. – Almenos Will si me llamo por mi nombre y no “niña”.
Jack ni siquiera respondió, se montó en su coche y se fue a toda velocidad. Will se quedo mirando hacia abajo, sentado en el banco.
“¿De que hablaban? ¿Qué alas? ¿Quien me a creado?” eran demasiadas dudas y nadie a quien preguntarselas. Volvi a bajar hasta donde estaba mi cuerpo y me quede sentada al lado del cadaver. Habia sido una estupida dejandome llevar por las apariencias. “Si hay que darle un nombre a la estupidez humana, que sea Rima.” Increible, incluso muerta mi canal autocritica seguía dando por saco.
Derrepente noté la presencia de otro ser, acercandose a mi. Era Will, no se como demonios había bajado, pero lo había hecho. Llego caminando lentamente y se arrodillo junto a mi cuerpo. No dijo nada,ni hizo muecas de asco. Solo acarició mis mejillas destrozadas.
Sabía que el no podia oirme, pero tuve que disculparme por haberle judgado antes de tiempo. No se si queria protegerme, pero desdeluego el no queria matarme. “Lo siento Will, te prejudgue mal.” De pronto se giró y miro hacia donde estaba yo, me había oido, bueno, no precisamente oido, me habia percibido. Sabía que yo estaba ,aunque no me viera ni oyera.
-Asi que sigues aquí preciosa.-sonrió mirando de nuevo a mi cuerpo roto, y cogió entre sus manos el colgante de aguamarina de mi cuello. Lo arranco de tirón y lo miro antentamente.
-No me puedo creer que vaya a hacer esto…-cogió el colgante y se lo puso. Derrepente todo lo que yo habia sido se introdujo en el colgante. Y volvi a desfallecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario