viernes, 16 de julio de 2010

Noche Escarlata (Cap 1)

Caminaba muy recta, con aires de inseguridad, manteniendo la mirada fija en un único punto: la puerta de mi nuevo instituto.
No quería mirar a los lados , no en ese preciso momento, porque sabia que me encontraría con las penetrantes miradas de mis compañeros.
Llegue hasta la puerta y, al intentar abrirla, me di cuenta de que estaba cerrada. Maldecí en silencio, hubiera dado todo por esconderme en el baño hasta que tocara el timbre.
Al ver que tendría que quedarme allí fuera crucé los brazos delante del cuerpo y me apoyé fatigada contra la pared.
Fue en ese momento cuando me atreví a mirar a mis compañeros. En realidad no destacaba tanto como había imaginado.
Había rubios, morenos, pelirrojas y castañas y... extrañamente ninguno parecía haberse dado cuenta de mi llegada.
Al volver a girar la mirada me di cuenta de que ya no estaba sola. Un chico se había apoyado a mi lado y miraba mis piernas seriamente, examinándolas. “¡Genial!, el primer día y la primera persona que se me acerca es un pervertido.”, pensé frustrada.
El chico era bastante mas alto que yo (aunque realmente tampoco soy muy alta), y tenia unos ojos gatunos, del color del ámbar, que contrastaban con su tez bronceada.
-Mmmmmm...bonitas piernas- dijo moviendo su pelo castaño despeinado de un lado a otro.
Le mire con cara de pocos amigos.
-¿Cuál es tu nombre?- dijo con voz serena.
Deslicé la mirada hacia mis pies, por primera vez en mi vida me sentía avergonzada en la presencia del alguien.
-¿Te ha comido la lengua el gato?- dijo cogiendome de la barbilla y obligándome a mirarlo.
Me sonrojé. Su contacto se sentía reconfortante, cálido, tentador.
-Rima, me llamo Rima.- dije apartando bruscamente la cara. Ya no podía mantener mas tiempo el contacto visual, estaba totalmente abrumada.
-Bonito nombre, a conjunto de las piernas.-dijo mirando el horizonte.
Iba a preguntarle su nombre, pero apenas pude balbucear nada.
-Will - dijo él.
-¿Qué?- dije totalmente sorprendida.
-Al parecer no vas a tener el valor de preguntarme mi nombre, así que te lo digo yo.- respondió.
Cuando iba a abrir la boca para quejarme sonó el timbre.
-Adiós preciosa- dijo. Y desapareció entre la multitud de alumnos que corrían desesperados a su clase.
“Date un aplauso Rima, primer día, has conocido a un chico guapísimo pero que es un pervertido y encima, te has sonrojado. Ese chico debe tener el ego por las nubes, y tu has ayudado a ello.”. A callar. Odio cuando el canal Autocrítica de mi mente se activa.
Recorrí los inmensos pasillos del instituto hasta llegar a la puerta de mi clase, 4-A. Toqué a la puerta y entré. Todo el mundo estaba ya sentado y la tutora me miro con cara sonriente.
-¡Oh¡ , tu debes ser la nueva alumna. Pasa, pasa. Te sentaras...emmmmm...-dijo mirando los sitios disponibles de la clase- Al lado de William Standford.- señaló el asiento.
Me dirigí a él en silencio, mirando al suelo.
-Esta es Rima , es nueva aquí así que espero que la deis el trato que se merece.- explico la tutora.
Me senté en mi sitio y al mirar hacia el lado me topé con el pervertido. “Maldición!”,pensé. Ahora también tendría que compartir clase con él.
-Necesito un voluntario para enseñarle las instalaciones a Rima después de las clases.-dijo la profesora.
“Por favor, que no se ofrezca, que no se ofrezca...” supliqué.
-Yo lo haré- dijo Will.
“Maldición”.

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